Se trata de un libro con 31 ilustraciones de gran calidad que adaptan los personajes y escenarios de El Quijote de Cervantes a la iconografía japonesa: Don Quijote lleva armadura de samurái, Sancho viste la ropa tadicional de un criado, las mujeres llevan kimono, se sustituye a sacerdotes católicos por monjes budistas, los molinos de viento por molinos de agua, etc.
Estamos ante una verdadera curiosidad cervantina de gran rareza, incluso en Japón, cuya adquisición ha incrementado la importante colección cervantina de la BNE. Lee noticia aquí
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