Néstor Almendros convenció a la luz para que entrara por la ventana
Josefina Aguilar
Profesora de Imagen y Sonido
Néstor Almendros
Observar desde la fuente de luz, ilumina la escena. No es la técnica ni la cantidad de lúmenes lo que dan al lugar el carácter de realidad. Meryl Streep es una partícula de belleza porque el iluminador Néstor Almendros observó el rostro de la actriz hacia la eternidad de un drama y aprovechó el mito hacia la fotogenia: ese raro arte de existir en proporción áurea tras los imposibles espejos.
Cuando Néstor Almendros afirma en la entrevista recopilada en el libro Maestros de la Luz que su manera de iluminar parte del realismo, que no utiliza la imaginación sino la observación, estaba compartiendo pan de centeno y cerveza negra con Einstein en un Berlín de tabernas más allá del muro. El arte y la física son la misma cosa: una realidad convocada sobre el peso del deseo.
El libro de Schaefer y Salvato se puede consultar en la biblioteca del centro
Y ese deseo lo encuentro en una frase mítica de Almendros escrita en una placa que mis compañeros de Departamento me regalaron y que me recuerda que encender una luz es enfrentarse a una escena que te va a retar y que si logras habitarla, darle hálito de situación, es porque encendiste la luz con método: el método de Néstor Almendros. El director de fotografía afirma que éste consiste en que la “fuente de luz siempre tiene que estar justificada”. A partir de aquí intuyo que ya queda construido el significado de las sombras y el recorrido de lo tenue sobre la piel de las cosas. Entiendo en lo que dice Almendros que justificar la luz es decidir desde dónde ilumino mi escena. Hablar con la fuente, pactar con ella el contorno del drama; acordar que el intruso luminoso sea el que aporte la petición de principios de lo que va a acontecer. Si esa luz ya decidida que va abarcar el cuadro se sostiene frente a los embates de las sombras, frente al cuerpo de realidad que produce el drama, el fotógrafo alcanza un nuevo mito y es posible que logre del actor un sujeto y de la cosa que habita el lugar, un sello.
En las películas en las que trabajó como director de fotografía Néstor Almendros, vemos cómo este creador internacional convenció a la luz para que entrara por la ventana. Le dio argumentos. Logró que no huyera al antojo de su velocidad. Logró el oxímoron de la luz: que se detuviera. La luz rendida ante el mago.
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